miércoles, 7 de septiembre de 2016

Con Nairo al frente, el ciclismo de élite
promueve una movilidad saludable y sostenible





Nairo Quintana, a la cabeza de una élite de corredores que ponen en alto los colores de Colombia por las rutas de Europa, emergen por otro lado como paladines excelsos capaces de promover los  usos diversos de la bicicleta en pro de la salubridad y el bienestar humanos: el ciclismo es deporte, sí, pero también es el medio ideal para la recreación y la movilidad urbana.

Salvo contratiempos o sorpresas inesperadas en la última semana de la Vuelta a España, Nairo Quintana deberá coronarse en el top del podio, este domingo en Madrid. Nuestro as colombiano  afronta la última parte de la carrera con una importante ventaja de más de 3 minutos sobre sus principales rivales: el británico Chris Froome (Sky, a 3:37), su compatriota Johan Esteban Chaves (del Orica, a 3:57) y el español Alberto Contador (del Tinkoff, a 4:02).

La contrarreloj de la antepenúltima etapa es lo único que ha preocupado a Quintana en la Vuelta 2016. Y si acaso en esta crono “tuviera problemas con Froome, a Nairo aún le quedaría el Alto de Aitana el sábado, penúltimo día de carrera: una subida muy larga tras la etapa de 200 kilómetros, 
algo que suena ideal para sus características de escalador de fondo”.  




CUÁNDO Y CÓMO SE INVENTÓ LA CICLA



Hoy, la bicicleta se impone como medio de movilidad en las grandes ciudades del mundo, como un medio sostenible y que no contamina. Pero la bicicleta tiene larga historia. Es un invento europeo y en etapas diversas de su evolución llegó a ser un objeto imprescindible para el desarrollo de las comunidades.
“La bicicleta fue inventada para dar solución a la idea que se tenía de que una persona al caminar, desperdiciaba mucha fuerza por tener que desplazar su peso alternativamente de un pie al otro”. Digamos que la bicicleta se inventó para ahorrar energía.

Fue el genio de Leonardo da Vinci quien hizo los primeros bocetos de la  bicicleta futura en pleno Renacimiento italiano, el año 1.490. Pero para materializar el invento habrían de transcurrir otros cuatrocientos años. La de 1817, en madera, no tenía pedales y había que empujarla con los pies; otra, en 1839 ya tuvo pedales y dos ruedas; pero el primer modelo con transmisión a través de la cadena surgió en 1885.

“Tenía frenos, permitía una postura más natural y el ciclista estaba más cerca del suelo, por lo que las caídas no eran tan peligrosas. Después, se añadieron las ruedas con cámara de aire y la cadena de transmisión conectada a la rueda de atrás”. Ésta ya era la bicicleta moderna.

Fue en enero de 1887 cuando el norteamericano Thomas Stevens se aventuró al “primer viaje en bicicleta alrededor del mundo”. Partió de San Francisco y sólo tres años después llegó de nuevo a esa misma ciudad de destino y origen, una verdadera odisea.

La bicicleta es un aparato sencillo: básicamente, se compone de dos ruedas dispuestas en línea y un sistema de pedales para que la personas pueda transmitir la fuerza de propulsión; manubrios para dirigir la bicicleta y un sillín para sentarse. La bicicleta sirve tanto para el campo como para  desplazamientos urbanos, un medio de transporte barato y accesible a toda persona. Y como si fuera poco, se puede arreglar con unos pocos conocimientos de mecánica.

En el siglo XX se avanzó en diseño, materiales y seguridad; fue el siglo de la universalización de la bicicleta. Así, llegamos al actual siglo XXI con las conocidas bicicletas de paseo, de montaña, bicis plegables y desde hace unos años las bicicletas eléctricas. 






LA CICLA EN LAS GRANDES CIUDADES



En los países mediterráneos, la crisis económica y el alza de la gasolina disparó el uso de bicicletas mientras que la industria del automóvil ha entrado en la peor crisis en décadas.

Roma parece ser una de las ciudades europeas con una circulación más caótica, algo que conviene muy poco a los ciclistas. Milán, Madrid (España) y Atenas (Grecia) no son muy diferentes. En Italia, sin embargo, cada vez se ven más bicicletas circulando por las calles: cada vez más italianos optan por la cicla para cumplir sus desplazamientos diarios; como medio de transporte pero también en ejercicios de ocio. 

La ciudad italiana de Bolonia ha ganado el Premio anual de la Semana Europea de la Movilidad. Un jurado independiente de expertos en movilidad la señaló como “ejemplo europeo en la promoción de alternativas limpias al uso de los autos”, resaltando la participación de sus ciudadanos en apoyo a la movilidad urbana sostenible: “Las ciudades premiadas son ejemplo de unas urbes más limpias y seguras. Las ciudades europeas deben poner en práctica acciones para mejorar la calidad de vida de sus habitantes”. 

Bolonia organiza numerosas excursiones en bicicleta, talleres y ayudas para la autorreparación, juegos, paseos y una exposición sobre coches eléctricos. Agentes de la policía orientan sesiones informativas para dar consejos y explicaciones sobre el uso de la bicicleta a las familias, y se creó un punto de información para que los ciudadanos aprendan acerca de unos nuevos servicios que se ofrecen a los ciclistas. 




Hacia el norte, la capital alemana es ahora el otro gran ejemplo: en Berlín, cada día, más de medio millón de personas se desplazan mediante el transporte ecológico por excelencia. Hay construídos miles de nuevos carriles para que circulen bicicletas, ya que las autoridades impulsan la movilidad sostenible y Berlín se ha convertido en la ciudad perfecta para los ciclistas.



“Los propios ciudadanos colaboran para que Berlín sea un paraíso para los ciclistas: todo el mundo tiene una bicicleta. Quienes manejan auto son ciclistas en otros ratos, en horas no laborales y en el fin de semana; todos tienen absoluto respeto por los ciclistas. Por eso el casco no es necesario”. Es  mucho más importante la educación y el civismo.

Entretanto, de este lado del hemisferio, en plena temporada de huracanes, ciudades como Nueva York sufren un caos que continúa durante varios días. “Las gasolineras se quedan sin combustible, muchas calles y carreteras se hacen impracticables, algún puente ha podido quedar derrumbado y  los autobuses no pueden seguir sus recorridos habituales.”

Así, hasta que se reparen todos esos desperfectos causados por el desastre natural, lo mejor es no usar el automóvil como medio de transporte. Lo mejor es montar la bicicleta: “Cuentan que ahora se ven hasta cien bicicletas cada quince minutos por la Sexta Avenida”.


Las emergencias han cambiado la mentalidad de muchos ciudadanos. “Algunos iban al trabajo por primera vez en su vida sobre dos ruedas. Quizá no será la última. Ojalá se animen a seguir usando la bicicleta”, dijo el Alcalde neoyorquino. 




CICLISMO Y CARRERAS DE ÉLITE



La historia del ciclismo como deporte comienza a finales del siglo XIX, y se populariza a partir de 1870 cuando se funda en Italia la primera sociedad ciclista, el Veloce Clube de Milan. Ese mismo año en Londres se crea el Pickwich Bicycle Club; Para 1880, en los Estados Unidos se constituye la League of American Wheelmen; se instituye en Alemania el Deutscher Radfahrerbund en 1884, y en Francia se funda el Touring Club en 1885.

La primera carrera en carretera de la historia de ciclismo fue la llevada a cabo en 1870 en Italia e iba de la ciudad de Florencia a Pistoia, recorriendo 33 kilómetros. El ganador fue un estadinense, Rynner Van Neste. Y el primer campeonato mundial de ruta fue en Alemana (Nürburgring) el año 1927. El triunfo fue para el italiano Alfredo Binda.

Antes habían comenzado ya las mismas grandes competiciones anuales de ruta que convocan hoy a miles de millones entre la teleaudiencia mundial: el grupo de las grandes carreras en ciclismo de ruta lo conforman el Tour de France, el Giro de Italia y la Vuelta de España.

El Tour fue la competencia pionera y dio comienzo el 1 de Julio de 1903. El “Giro” de Italia nació en mayo del año 1909. La vuelta de España se originó algo después, en el año 1935. En Suramérica, la principal competencia en rutas por etapa es la Vuelta Ciclista a Colombia, creada en el año 1951. 

FIN












Con Nairo al frente, el ciclismo de élite
promueve una movilidad saludable y sostenible





Nairo Quintana, a la cabeza de una élite de corredores que ponen en alto los colores de Colombia por las rutas de Europa, emergen por otro lado como paladines excelsos capaces de promover los  usos diversos de la bicicleta en pro de la salubridad y el bienestar humanos: el ciclismo es deporte, sí, pero también es el medio ideal para la recreación y la movilidad urbana.

Salvo contratiempos o sorpresas inesperadas en la última semana de la Vuelta a España, Nairo Quintana deberá coronarse en el top del podio, este domingo en Madrid. Nuestro as colombiano  afronta la última parte de la carrera con una importante ventaja de más de 3 minutos sobre sus principales rivales: el británico Chris Froome (Sky, a 3:37), su compatriota Johan Esteban Chaves (del Orica, a 3:57) y el español Alberto Contador (del Tinkoff, a 4:02).

La contrarreloj de la antepenúltima etapa es lo único que ha preocupado a Quintana en la Vuelta 2016. Y si acaso en esta crono “tuviera problemas con Froome, a Nairo aún le quedaría el Alto de Aitana el sábado, penúltimo día de carrera: una subida muy larga tras la etapa de 200 kilómetros, 
algo que suena ideal para sus características de escalador de fondo”.  





CUÁNDO Y CÓMO SE INVENTÓ LA CICLA



Hoy, la bicicleta se impone como medio de movilidad en las grandes ciudades del mundo, como un medio sostenible y que no contamina. Pero la bicicleta tiene larga historia. Es un invento europeo y en etapas diversas de su evolución llegó a ser un objeto imprescindible para el desarrollo de las comunidades.
“La bicicleta fue inventada para dar solución a la idea que se tenía de que una persona al caminar, desperdiciaba mucha fuerza por tener que desplazar su peso alternativamente de un pie al otro”. Digamos que la bicicleta se inventó para ahorrar energía.

Fue el genio de Leonardo da Vinci quien hizo los primeros bocetos de la  bicicleta futura en pleno Renacimiento italiano, el año 1.490. Pero para materializar el invento habrían de transcurrir otros cuatrocientos años. La de 1817, en madera, no tenía pedales y había que empujarla con los pies; otra, en 1839 ya tuvo pedales y dos ruedas; pero el primer modelo con transmisión a través de la cadena surgió en 1885.

“Tenía frenos, permitía una postura más natural y el ciclista estaba más cerca del suelo, por lo que las caídas no eran tan peligrosas. Después, se añadieron las ruedas con cámara de aire y la cadena de transmisión conectada a la rueda de atrás”. Ésta ya era la bicicleta moderna.

Fue en enero de 1887 cuando el norteamericano Thomas Stevens se aventuró al “primer viaje en bicicleta alrededor del mundo”. Partió de San Francisco y sólo tres años después llegó de nuevo a esa misma ciudad de destino y origen, una verdadera odisea.

La bicicleta es un aparato sencillo: básicamente, se compone de dos ruedas dispuestas en línea y un sistema de pedales para que la personas pueda transmitir la fuerza de propulsión; manubrios para dirigir la bicicleta y un sillín para sentarse. La bicicleta sirve tanto para el campo como para  desplazamientos urbanos, un medio de transporte barato y accesible a toda persona. Y como si fuera poco, se puede arreglar con unos pocos conocimientos de mecánica.

En el siglo XX se avanzó en diseño, materiales y seguridad; fue el siglo de la universalización de la bicicleta. Así, llegamos al actual siglo XXI con las conocidas bicicletas de paseo, de montaña, bicis plegables y desde hace unos años las bicicletas eléctricas. 




LA CICLA EN LAS GRANDES CIUDADES



En los países mediterráneos, la crisis económica y el alza de la gasolina disparó el uso de bicicletas mientras que la industria del automóvil ha entrado en la peor crisis en décadas.

Roma parece ser una de las ciudades europeas con una circulación más caótica, algo que conviene muy poco a los ciclistas. Milán, Madrid (España) y Atenas (Grecia) no son muy diferentes. En Italia, sin embargo, cada vez se ven más bicicletas circulando por las calles: cada vez más italianos optan por la cicla para cumplir sus desplazamientos diarios; como medio de transporte pero también en ejercicios de ocio. 

La ciudad italiana de Bolonia ha ganado el Premio anual de la Semana Europea de la Movilidad. Un jurado independiente de expertos en movilidad la señaló como “ejemplo europeo en la promoción de alternativas limpias al uso de los autos”, resaltando la participación de sus ciudadanos en apoyo a la movilidad urbana sostenible: “Las ciudades premiadas son ejemplo de unas urbes más limpias y seguras. Las ciudades europeas deben poner en práctica acciones para mejorar la calidad de vida de sus habitantes”. 

Bolonia organiza numerosas excursiones en bicicleta, talleres y ayudas para la autorreparación, juegos, paseos y una exposición sobre coches eléctricos. Agentes de la policía orientan sesiones informativas para dar consejos y explicaciones sobre el uso de la bicicleta a las familias, y se creó un punto de información para que los ciudadanos aprendan acerca de unos nuevos servicios que se ofrecen a los ciclistas. 




Hacia el norte, la capital alemana es ahora el otro gran ejemplo: en Berlín, cada día, más de medio millón de personas se desplazan mediante el transporte ecológico por excelencia. Hay construídos miles de nuevos carriles para que circulen bicicletas, ya que las autoridades impulsan la movilidad sostenible y Berlín se ha convertido en la ciudad perfecta para los ciclistas.



“Los propios ciudadanos colaboran para que Berlín sea un paraíso para los ciclistas: todo el mundo tiene una bicicleta. Quienes manejan auto son ciclistas en otros ratos, en horas no laborales y en el fin de semana; todos tienen absoluto respeto por los ciclistas. Por eso el casco no es necesario”. Es  mucho más importante la educación y el civismo.

Entretanto, de este lado del hemisferio, en plena temporada de huracanes, ciudades como Nueva York sufren un caos que continúa durante varios días. “Las gasolineras se quedan sin combustible, muchas calles y carreteras se hacen impracticables, algún puente ha podido quedar derrumbado y  los autobuses no pueden seguir sus recorridos habituales.”

Así, hasta que se reparen todos esos desperfectos causados por el desastre natural, lo mejor es no usar el automóvil como medio de transporte. Lo mejor es montar la bicicleta: “Cuentan que ahora se ven hasta cien bicicletas cada quince minutos por la Sexta Avenida”.


Las emergencias han cambiado la mentalidad de muchos ciudadanos. “Algunos iban al trabajo por primera vez en su vida sobre dos ruedas. Quizá no será la última. Ojalá se animen a seguir usando la bicicleta”, dijo el Alcalde neoyorquino. 




CICLISMO Y CARRERAS DE ÉLITE



La historia del ciclismo como deporte comienza a finales del siglo XIX, y se populariza a partir de 1870 cuando se funda en Italia la primera sociedad ciclista, el Veloce Clube de Milan. Ese mismo año en Londres se crea el Pickwich Bicycle Club; Para 1880, en los Estados Unidos se constituye la League of American Wheelmen; se instituye en Alemania el Deutscher Radfahrerbund en 1884, y en Francia se funda el Touring Club en 1885.

La primera carrera en carretera de la historia de ciclismo fue la llevada a cabo en 1870 en Italia e iba de la ciudad de Florencia a Pistoia, recorriendo 33 kilómetros. El ganador fue un estadinense, Rynner Van Neste. Y el primer campeonato mundial de ruta fue en Alemana (Nürburgring) el año 1927. El triunfo fue para el italiano Alfredo Binda.

Antes habían comenzado ya las mismas grandes competiciones anuales de ruta que convocan hoy a miles de millones entre la teleaudiencia mundial: el grupo de las grandes carreras en ciclismo de ruta lo conforman el Tour de France, el Giro de Italia y la Vuelta de España.

El Tour fue la competencia pionera y dio comienzo el 1 de Julio de 1903. El “Giro” de Italia nació en mayo del año 1909. La vuelta de España se originó algo después, en el año 1935. En Suramérica, la principal competencia en rutas por etapa es la Vuelta Ciclista a Colombia, creada en el año 1951. 

FIN